jueves, agosto 18, 2005

Literatura: Armando Uribe Arce: Poesia Inedita


Debo confesar que yo vine a conocer a Armanda Uribe bastante tarde. Fue en una noche años atras, viendo el programa "Plaza Italia", del irregular canal "Rock & Pop". Me fascino ver como produjo en el estudio (reflejandose la situacion de todos los presentes en las risotadas nerviosas fuera de camara y el rostro de Comparini) una sensacion de panico ante su forma deshinibida de expresar su rabia. En Chile estamos acostumbrados a guardar nuestras emociones, dejandole esas demostraciones, principalmente las de dolor, a los estratos bajos, como si fuera un estigma social, "La gente pobre grita por que no tiene educacion, no sabe contenerse", parece ser una ley tacita del comportamiento del chileno bien. En ese contexto aparece este tremendo poeta a proposito de su libro "Odio lo que odio, Rabio como rabio" (1998), rabiando y mostrandose arisco y tosudo, sin reparos en contradecir a su entrevistador. Recuerdo que Comparini sudaba frio al momento de tener que entregarle los recuerdos de los auspiciadores, los cuales fueron recibidos como era de esperarse de parte de Uribe.

Aca les presento un poema inedito de este autor, que encontre en una web donde ademas de extractos de sus obras, existen ensayos, columnas de revistas, entrevistas al Uribe. Se los recomiendo para conocer o volver a deleitarse con este autor. El sitio es ESTE y la poesia es la que sigue:


La muerte despiadada no hace excepciones: uno
por uno nos recoge del suelo en que vagamos
como hormigones negros -cuando menos pensamos
pero en nada pensamos- cuando nos llega el turno
despiadada nos coge con sus pinzas de fierro
nos traslada al lugar de nuestro entierro.

La catástrofe el holocausto el fin
del mundo el cielo y el infierno
la loca el imbécil y el estafermo
bailando en honor del delfín
que me lleva en su lomo
y en la cabeza tengo un cono
con las letras: culpable
pues me prohiben que hable.

La baja estofa y la mala ralea,
los mentecatos, los canallas
y los mediocres sus primeros hermanos
por más que mucho se laven las manos
y alcen como abanicos sus agallas,
muy mal olor que no se orea.

Siniestra sordidez, abre tus alas de paraguas,
agítate murcielago peludo,
calvo, panzón, desnudo,
rondan la cama mariposas vagas.
Este, que fue mi amigo ya no lo es.
Siniestra sordidez
de todo lo que me rodea,
todos sonriendo y portando una tea.

Los zorros y los lobos tienen sus madrigueras
pero el hijo del hombre los hijos de los hombres
¿dónde reposan dónde descabezan
sus sueños? Pesadillas. ¡Y que troten
las caballerías de los degüellos!
Que se abra el lacre de los sellos.

"No comen, ni tienen excrementos mayores:
aunque es opinión que les crecen las uñas,
las barbas y los cabellos".
¡Encantados cadáveres! Amores
sepultados ahora son pezuñas
que se mezclan con vellos.