LA TUMBA PERDIDA DE JESUS

En el año 1980, durante los trabajos de construcción de un complejos de departamentos en Jerusalén, los trabajadores dieron con la ubicación de dos tumbas cavadas en a roca. Una persona que viva en el lugar, se preocupo del tema e hiso todo lo posible para detener los trabajos y encontrar la ayuda “arqueológica” necesaria para conservar el hallazgo. Eventualmente consiguió a los arqueólogos, y los trabajadores que se preparaban para el sabath, no siguieron trabajando.
El caso quedo en manos de la IAA, quienes hicieron la catalogación completa de lo encontrado en ambas tumbas, llevándose los osarios que había en su interior para su estudio y conservación al museo Rockefeller de Israel. Los judíos ortodoxos reclamaron su derecho sobre los restos humanos encontrados, para darles la sepultura que se merecía, por lo que los arqueólogos solo tuvieron tres días para estudiarlos. Luego de esto, les entregaron los huesos para que hicieran el rito de sepultura deacuerdo con su religión.
Para los israelitas no había nada diferente a los cientos de tumbas similares que habían encontrado en la ciudad, por lo que los osarios fueron almacenados, se dispuso de medidas para conservar las tumbas, y se continúo con la construcción de los departamentos. A la luz de los acontecimientos del último año, esta decisión fue a lo menos poco pensada y discutible. Por que si bien una de las tumbas era común y corriente, la otra tenia un extraño símbolo en la entrada (un ángulo apuntando hacia arriba con un circulo en su interior), y restos humanos, mas específicamente un cráneo, en el pasillo de entrada de una data menor a la de la construcción en si. Como si esto fuera poco, de los 10 osarios que contenía, 6 tenían escrito el nombre de los ocupantes, los cuales eran: Jesús hijo de José, Maria, Mariamne Mara, Yose, Mateo, y Judas hijo de Jesús.

Esto fue lo que despertó las ansias investigativas del documentalista Simcha Jocobovici, quien junto con la producción del celebérrimo James Cameron se lanzo a la investigación, desde el punto de vista periodístico y no científico, de la realidad oculta tras esta extraña combinación de nombres. Por que si bien los israelitas alegan que tanto Jesús, Maria, Mateo, etcétera eran nombres comunes en el primer siglo de nuestra era, las probabilidades de encontrar en una sola tumba familiar individuos con esta combinación de nombres es muy difícil. Todo esto claro, si aceptamos la tesis de los investigadores de que Mariamne corresponde a Maria Magdalena, la cual esta explicada de forma plausible pero con pocas pruebas duras que lo confirmen. Quizás la única es que se descarto mediante ADN mitocondrial el parentesco entre esta y los restos de Jesús hijo de José, lo cual indica que debiera ser la esposa de uno de los ocupantes de la tumba. Hago esta salvedad, por que mientras en el documental se asume que seria la esposa de Jesús, en ningún momento explican por que descartaron que fuera en realidad la esposa de cualquiera de los otros hombres ahí enterrados.
A mi entender, la evidencia más fuerte que tienen para decir que es en efecto la tumba de Jesús, es el nombre escrito en uno de los osarios: Yose. Este corresponde a un “sobrenombre” de alguien cuyo nombre real es José. Lo interesante radica en que según los evangelio, este era el apelativo de uno de los hermanos de Jesús. Además, de los cientos de osarios encontrados en toda Jerusalén, este es el único que presenta este escrito.
Otro de los hermanos de Jesús, según los evangelios, era Santiago. Este nombre se encuentra escrito en otro osario, perteneciente a un coleccionista privado, quien lo compro en el mercado negro más o menos por la fecha del descubrimiento de las tumbas. Si bien es casi seguro, que la frase “hermano de Jesús” que acompaña al nombre Santiago fue tallada con posterioridad, pruebas hechas en la patina encontrada en su interior confirmarían que pertenece a la misma tumba, además de coincidir con las medidas tomadas durante la investigación arqueológica de 1980. Esto además resolvería el misterio del osario faltante, ya que si bien se catalogaron 10 en la tumba, solo 9 están almacenados hoy en día en el museo Rockefeller.
Creo en la sinceridad de Simcha Jocobovici al decir que solo buscó iniciar una investigación seria al respecto, sin ánimo de entregar una conclusión ultima a la cuestión. Desde ese punto de vista, creo que es necesario que este tema se investigue hasta llegar al fin del asunto, confirmando o desestimando la teoriza sobre la tumba de Jesús. En el mundo es mucha la gente que se declara creyente de Cristo, por lo que por respeto a todo ellos se debe dar con una concusión que en lo posible no deje ningún cabo suelto.
Me permito reflexionar sobre el accionar de los arqueólogos. Con mucha menos información y hechos concretos, se reconoce un osario excavado desde otra tumba de Jerusalén como el contenedor de los restos de Caifas, el enjuiciador de Cristo. Inclusive en ese caso, en el mismo espacio existía otro que tenia el mismo nombre. Si aplicáramos el mismo criterio usado en el caso de Caifas a los hallazgos de la tumba de 1980, debiéramos dar por sentado que se trata en efecto de Jesús de Nazareth y su familia. Pero los arqueólogos midieron con distintas varas ambos descubrimientos. Quizás quisieron evitarse el desgaste de energía y la lluvia de criticas y descalificaciones que ahora esta sufriendo Simcha Jocobovici, pero uno esperaría de ellos que tomaran su trabajo de la forma mas profesional posible, obviando detalles anexos que no tienen nada que ver con lo que es su misión.

De todos modos, esta no es el único lugar que reclama ser el depositario de los restos mortales de Jesús. De hecho, desde hace mucho tiempo se conoce la existencia en la región de Cachemira de otra tumba, la cual tiene una roca con dos pies con heridas similares a las producidas por la crucifixión estampados en ella. Pero eso es otra historia, que algún día les contare…como todo acá en SOTIGUA, dependemos de la Paxa del momento.